Tras un año durante el que Don Juan y Don Luis debían hacer todas las maldades posibles para ganar una apuesta se encuentran en el bar de Buttarelli, en presencia de un comendador, donde comparan los resultados: sus víctimas, viajes y conquistas. Pero no saben que se encuentran en presencia del padre de Don Juan y del de Doña Inés. La apuesta es ganada por Don Juan, pero Don Luis le reprocha que él se va a casar, pero Don Juan jura que hará impura a Doña Ana una noche antes de la boda. Los padres creen que Don Juan es un hombre miserable y rompen su compromiso con Doña Inés, pero el Tenorio está dispuesto a secuestrar a la chica. Ambos caballeros se juegan la vida. Al marcharse los alguaciles les detienen: han sido denunciados por sus criados.
Ambos consiguen escapar de la justicia. Don Luis habla con el criado de su prometida para avisar de la visita del Tenorio, mientras éste y Ciutti preparan un plan: Ciutti intentará retener a don Luis para que Don Juan pueda hablar con otra criada al tiempo que Brígida enamorará a doña Inés para el Tenorio. Don Juan se presenta en el convento y al verle su amada se desmaya y así este se la lleva a su casa. Más tarde va con Ana y regresa a su casa a la vez que despierta a Doña Inés. Se declaran amor mutuo, pero son interrumpidos por Don Luis que pretende retar al tenorio por la traición de su novia, pero llega Don Gonzalo y a pesar de que Don Juan admite que ama verdaderamente a Doña Inés, Don Gonzalo se niega y es matado al igual que Don Luis por el Tenorio que huye a Italia con su criado.
Cinco años después regresa Don Juan que descubre que en su casa se encuentra un panteón donde está enterrada Doña Inés. Don Juan está llorando cuando aparece la sombra de la chica y le pide que se arrepienta de todas sus maldades para poder estar juntos toda la eternidad. Don Juan se plantea la posibilidad de que todo haya sido una alucinación. Por la noche invita a sus amigos Centellas, Don Rafael y al difunto Don Gonzalo para demostrar que no le asustan los fantasmas. El espectro avisa al Tenorio de que es su última oportunidad y hace desmayar a los demás invitados que despiertan cuando ola estatua desaparece y discuten con Don Juan, pues creen que ha sido una jugarreta. Así mueren Avellaneda y Don Juan cuando éste se arrepiente, pero ya es tarde y Don Gonzalo dice que se lo llevará al invierno, pero Doña Inés le salva en el último momento y muere tranquilo sabiendo que será feliz toda la eternidad junto a ella.
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